Civil Society

Daniel Ross: "30 años de declararme homosexual y sentirme orgulloso en el área de liderazgo"

A woman wears a pin reading "Your rights our fight" during a vigil in memory of the victims of the gay nightclub mass shooting in Orlando, in central Brussels, Belgium June 14, 2016. REUTERS/Francois Lenoir  - RTX2G8OL

Image: REUTERS/Francois Lenoir

Daniel Bross
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Los derechos humanos

Con la legalización del matrimonio homosexual en algunos países, figuras públicas más prominentes, y las generaciones X e Y abriendo el camino de la aceptación y la tolerancia, queda claro que los tiempos están cambiando para las personas lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT).

Pero para muchas personas LGBT de todo el mundo, la homofobia, el miedo y el odio siguen siendo una realidad cotidiana. Muchas compañías de la comunidad empresarial global han estado dando el ejemplo, incluida Microsoft, pero queda mucho trabajo por delante para garantizar que, según lo escrito en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, "la dignidad inherente y... los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana" sean alcanzados.

Me gustaría compartir mi historia personal; en realidad, mi viaje personal. Esto implica remontarse 30 años atrás hasta 1985 cuando vivía en Houston, Texas y estaba a cargo de los Asuntos del gobierno estatal y de la comunidad para una compañía petrolera y de gas natural de la lista Fortune 500.

Estaban ocurriendo muchas cosas en Houston. La economía local prosperaba y la ciudad acababa de elegir a una mujer como alcaldesa. La alcaldesa era una mujer visionaria y con una gran inteligencia, que reconoció el valor económico y empresarial de la diversidad y la inclusión. Llevó a cabo una agenda política progresiva a través del Consejo Municipal, incluida una ordenanza para poner fin a la discriminación basada en la orientación sexual en la contratación de empleados de la ciudad de Houston. Los miembros con visión de futuro del Concejo Municipal de Houston compartían la opinión de la alcaldesa y adoptaron la ordenanza.

Sin embargo, en aquel Houston de 1985, algunos de los denominados líderes empresariales se reunieron para llevar adelante un referéndum revocatorio para anular el voto del Concejo.

Gay de noche, heterosexual de día

En aquella época, yo era gay de noche y heterosexual de día: la receta infalible para pasar horas en el sillón de un terapeuta. Solo estaba enfocado en subir la escalera corporativa y nada se interpondría en mi camino, ni siquiera mi propio ser. Entonces un día, di un silencioso consentimiento durante una reunión en la que el presidente y otros altos ejecutivos discutían el apoyo financiero que la compañía otorgaría para la revocación de la ordenanza. Recuerdo esa reunión como si fuera ayer. Sus chistes, su odio y su miedo de que Houston se convirtiera en “otro San Francisco”.

Ese día fue un punto de inflexión en mi vida. Estaba destrozado emocionalmente y muy cansado de esconder quien era yo en realidad. Esa noche creé la campaña de igualdad y comencé a juntar fondos para la campaña pidiendo donaciones voluntarias en los bares gay de la ciudad. Me ofrecí como voluntario aquella noche, y casi todas las noches hasta el día de la elección, para la recaudación de fondos, la banca telefónica y las campañas puerta a puerta.

Desafortunadamente, la homofobia y el miedo prevalecieron el día de la elección y se derogó la ordenanza para evitar la discriminación.

"No volverás a conseguir otro trabajo en el mundo empresarial de EE. UU."

Unos meses después de la reunión con el presidente y otros altos ejecutivos, renuncié a la empresa para pasar los siguientes diez años trabajando en comunidades de personas LGBT y con VIH/SIDA en California, Washington, D. C. y Nueva York.

La crisis del VIH/SIDA se esparcía descontroladamente. Después de vivir mi vida en Houston, me di cuenta que contribuía con el miedo, la ignorancia y la discriminación porque había un conocimiento tan escaso dentro de las corporaciones, que los miembros de la comunidad de LGBT contribuían significativamente al resultado final como empleados, consumidores, inversores y más. Aprendí rápidamente que al declarar mi homosexualidad, podría ayudar a crear conciencia y disipar los estereotipos.

Antes de dejar la compañía le conté a un amigo sobre mis planes, y él dijo: "Bien, buena serte, pero es mejor que sepas que nunca más conseguirás un empleo en el mundo empresarial de EE. UU. si trabajas en ‘esos asuntos’".

De alguna manera, tenía razón. En efecto, no volvía a tener un trabajo en el mismo mundo empresarial de los EE. UU. que dejé atrás en Houston.

En noviembre de 2015, celebré mi aniversario número 17 en Microsoft, donde soy director sénior de Responsabilidad Empresarial y Corporativa. Este puesto me da la oportunidad de trabajar internamente con los grupos empresariales de Microsoft y externamente con una gran variedad de partes interesadas sobre diversas cuestiones, que incluyen los derechos humanos.

También tengo el privilegio de trabajar junto a la magnífica copresidente, Cynthia Per-Lee como patrocinador ejecutivo de GLEAM, empleados gay y lesbianas de Microsoft.

Cuando fui contratado por Microsoft en 1998, valoraron no solo mi experiencia y trayectoria, sino también quién era yo como persona: un hombre abiertamente homosexual orgulloso del trabajo para el movimiento de personas LGBT y con VIH/SIDA, que había realizado por más de una década.

El compromiso de Microsoft con la diversidad y la inclusión no comenzó cuando me uní a la empresa. En 1993, Microsoft se convirtió en la primera empresa de la lista Fortune 500 en otorgar beneficios a parejas de hecho del mismo sexo. Además, Microsoft fue una de las primeras empresas en incluir la orientación sexual en su política corporativa de no discriminación. Contamos con una larga y orgullosa historia de adoptar políticas globales orientadas al futuro, que se basan en nuestro compromiso con la igualdad para todos.

Las relaciones homosexuales todavía son castigadas con la muerte

Durante la reunión de Davos de 2015, mi colega Beth Brooke-Marciniak, vicepresidente global de políticas públicas en EY y yo tuvimos el honor de celebrar una reunión con un gran número de empresas globales para discutir nuestro compromiso colectivo con la igualdad de las personas LGBT. Desde el debate del año pasado, se han producido grandes avances en la inclusión de las personas LGBT, la no discriminación y la igualdad.

Solo en 2015, los matrimonios entre personas del mismo sexo han sido reconocidos legalmente en Luxemburgo, Eslovenia, Irlanda y los Estados Unidos. Pero este progreso no se representa de manera uniforme en todo el mundo. Muchos países, e incluso algunos estados de los EE. UU., aún no cuentan con leyes en contra de la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género. En muchos países, las relaciones y las expresiones homosexuales todavía se consideran un delito, e incluso se castigan con la muerte, y continúan las restricciones en contra de actividades como la adopción, las cirugías de cambio de sexo y el servicio militar.

Esta es la razón por la que los debates sobre asuntos relacionados con personas LGBT en Davos durante este mes son tan importantes. Las empresas líderes que trabajan en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil, líderes del gobierno, miembros de la comunidad religiosa, organizaciones de derechos humanos, inversores, entre otros, tienen la oportunidad y responsabilidad de arrojar luz sobre el valor empresarial y social de la diversidad y la inclusión.

En Microsoft, creemos que la diversidad es un requisito previo al éxito. Ayuda a impulsar nuestra empresa y nuestros resultados. Nuestra capacidad para crear tecnología que le permita a cada persona y a cada organización del planeta lograr más metas, solo se puede alcanzar gracias a nuestros empleados, que cuentan con nuestro apoyo para que lleguen más lejos.

Dejé atrás un ambiente homofóbico y transfóbico para ser quién era, y sé que esto me hizo capaz de lograr mucho más.

Autor: Dan Bross es director sénior, director ejecutivo de Responsabilidad Empresarial y Corporativa del Centro de Tecnología y Derechos Humanos de Microsoft.

Esta es la primera de una serie de opiniones sobre los derechos de las personas LGBT que publicaremos esta semana. Siga nuestra colección de Agenda en Foco aquí y utilice el espacio para comentarios donde podrá compartir sus opiniones.

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