Si quieres divulgar, evita en lo posible el lenguaje enrevesado

Writer Zhao Zengliang attends a book presentation and discussion at the Sisyphe bookstore in Beijing, China, August 4, 2017. Picture taken August 4, 2017.  REUTERS/Thomas Peter - RC19E2CD13F0

Image: REUTERS/Thomas Peter - RC19E2CD13F0

Sergio Parra
Comparte:
A hand holding a looking glass by a lake
Innovación mediante crowdsourcing
Involúcrate con nuestra plataforma digital de crowdsourcing para lograr un impacto a escala

En algunos textos de prosa o poesía se agradece la complejidad lingüística porque de este modo también se puede disfrutar a nivel estilístico del texto.

Sin embargo, a la hora de explicar un tema científico o exponer una teoría, la oscuridad del lenguaje generalmente revela pedantería innecearia o lagunas teóricas.

Claridad expositiva

Todo lo que suena ligeramente incomprensible, críptico y aburrido suele parecer al lector interesante, profundo y verdadero. Sin embargo, este juego pirotécnico es peligroso en divulgación porque trata engatusarnos con una retórica demasiado persuasiva y hacernos creer que lo que en realidad no tiene sustento. Es algo que ya demostró genialmente Alan Sokal y Jean Bricmont en Imposturas intelectuales.

Frente a un libro de divulgación, o un reportaje o artículo, debemos buscar la más de las veces la claridad expositiva, tanto como autores como lectores.

Saber mucho no consiste es escribir raro: quien sabe más es aquél que es capaz de explicar de manera sencilla lo más complejo. En esto debemos invocar a George Orwell, que decía que la principal ventaja de hablar y escribir con claridad es que “cuando hagas una observación estúpida, su estupidez resultará obvia incluso para ti.”

La sabiduría y la erudición no precisan de un vocabulario o una sintaxis especializados. Todo se puede explicar con palabras llanas y construcciones asequibles, aunque ello necesite de mayor inversión de energía y conocimiento por parte del autor. Energía que no se ve recompensada, pues es más fácil alcanzar la gloria escribiendo raro y difícil que haciéndolo digerible para la mayoría.

Luego está el esnobismo de sentir que uno puede entender lo que la mayoría no entiende, claro. Y por último, tampoco debemos olvidarlo, existen personas que disfrutan de lo críptico, se solazan en la búsqueda del sentido, en la confusión, en la poética de lo inexpugnable. Hagamos de todos modos caso a Montaigne cuando decía: una prosa incomprensible suele ser fruto de la pereza antes que de la inteligencia, y que lo que se lee con facilidad pocas veces ha sido fácil de escribir.

Recordémoslo aunque de vez en cuando sigamos succionados por el poder irresistible de los adjetivos altisonantes, del polvo que acumulan las páginas, del inextricable sentido de oraciones sin freno, de las ideas poco claras, de los latinajos y un largo etcétera retórico

No te pierdas ninguna actualización sobre este tema

Crea una cuenta gratuita y accede a tu colección personalizada de contenidos con nuestras últimas publicaciones y análisis.

Inscríbete de forma gratuita

Licencia y republicación

Los artículos del Foro Económico Mundial pueden volver a publicarse de acuerdo con la Licencia Pública Internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, y de acuerdo con nuestras condiciones de uso.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.

Comparte:
World Economic Forum logo
Agenda Global

La Agenda Semanal

Una actualización semanal de los temas más importantes de la agenda global

Suscríbete hoy

Puedes anular tu suscripción en cualquier momento utilizando el enlace que figura en nuestros correos electrónicos. Para obtener más información, consulta nuestro Política de privacidad.

Sobre nosostros

Eventos

Medios

Socios y Miembros

  • Únete

Ediciones en otros idiomas

Política de privacidad y normas de uso

© 2024 Foro Económico Mundial